martes, 15 de febrero de 2011

Los 400 del gato

El último sábado (12/2/2011) frente a San Lorenzo el Gastón Sessa llegó a los 400 partidos en primera. Todo un número. Es el único jugador del plantel de Gimnasia que tiene más partidos en primera que el mellizo. 

El Gato demuestra cada día que siente la camiseta y que tiene personalidad para defender los tres palos del lobo. Es incuestionable. Todavía le queda cuerda para rato, pero debe retirarse en Gimnasia. Es un objetivo de la institución. El Gato es una leyenda tripera, es inmortal.

lunes, 14 de febrero de 2011

El mellizo volvió y pisó fuerte en el nuevo gasómetro

Era la vuelta del mellizo al lobo. La expectativa que se había creado era desbordante. El fixture indicaba que en la primera fecha Gimnasia y San Lorenzo se verían las caras en el nuevo gasómetro.

Por mi condición de porteño tuve que acudir al estadio en bondi en lugar de ir en los micros. Fui solo. Hice combinación entre el 134 y el 76. No me percate de que el 76 en cuestión era un servicio especial para ir al partido. El colectivo llevaba colgado en el parabrisas un cartel que señalaba "a San Lorenzo". Aproximadamente 100 hinchas de San Lorenzo aguardaban el transporte en la Plaza Flores. Yo estaba infiltrado entre ellos, mimetizado cual camaleón.

Una vez arriba del bondi los hinchas del cuervo empezaron a entonar sus cánticos. La puerta estaba abierta de prepo. Unos hinchas panzones agitaban mientras miraban hacia afuera del transporte. Pase desapercibido como un neutral ajeno al encuentro de fútbol. Me camufle con unas viejas que eran de las pocas en el colectivo que no eran de San Lorenzo y mostraban su indignación por el accionar de sus compañeros de turno. Mi carnet y mi llavero estaban resguardados para prevenir entredichos.

Una vez descendido del bondi me desprendí de la manada local. Lamentablemente Gimnasia ingresaba al estadio muy lejos del lugar donde me encontraba. Camine cerca de 7 cuadras a través de la turbia periferia del nuevo gasómetro hasta divisar camisetas amenas.

 La caminata demoró mi llegada. Mientras me acercaba al último vallado pude oír el estruendo que estalló cuando la voz del estadio nombró al mellizo. Había problemas con algunos hinchas que querían forzar su entrada y que la policía apenas podía contener. También me perdí la salida del equipo. Muchos otros aficionados compartían mi situación, ya que la multitud que acudió al histórico partido había congestionado los accesos al estadio.

En la tribuna la gran masa tripera sufría de una emoción inconmensurable. El pitazo inicial decretó el regresó oficial de Guillermo después de los casi 14 años que lo tuvieron ausente del Lobo. Su último partido había sido el 12 de agosto de 1997 frente a Huracán en El Bosque.

Ante cada jugada el Melli fue premiado con aplausos y permaneció inmune a la condena que sufrian sus compañeros después de una pifia. Gimnasia no brilló, pero conformó. El gol de Menseguez que adelantó a San Lorenzo en el marcador cayó como un baldazo de agua fría sobre la parcialidad tripera. En un instante la alegría se disipó y los nervios se paralizaron. El comienzo poco auspicioso de las temporadas pasadas se revivió como un deja vu.

Sin embargo la desazón no se reflejó en el aliento de la hinchada. El griterio cuasi kamikaze continuó de forma inquebrantable inspirado por la confiable figura del mellizo.

Guillermo no convirtió el tanto del empate pero, tras un corner, cayó como un cisne en el área de San Lorenzo acusando penal. Héctor Baldassi se arrodilló como es su costumbre hasta casi tocar el césped con las nalgas y con el brazo izquierdo extendido hasta el limite y el derecho sobre su silbato pitó la pena máxima. La esperanza volvió a correr por las venas del gentió albiazul.

Juan Neira decretó el empate que sería definitivo. La marea gimnasista se retiró del nuevo gasómetro feliz, a pesar del empate. La ilusión estaba viva. El genio estaba de vuelta.